Cómo ayudar a las criaturas que prefieren jugar solas
A veces nos podemos encontrar con situaciones en las que las criaturas no quieren jugar con otros niños y niñas. Esta puede ser una de las preocupaciones de muchas familias, especialmente cuando inician la escolaridad y los niños empiezan a tener más relación con sus iguales.
“Durante los primeros tres años de vida, los niños interactúan principalmente con sus padres o cuidadores, lo que facilita el desarrollo del vínculo estable y seguro, para poder descubrir posteriormente otras personas importantes, como pueden ser otros familiares, educadores, etc.”
A lo largo de este periodo, también empiezan a interactuar con otros niños y niñas: los pueden observar, sonreír, imitar y a veces, incluso se pueden pelear por algún juguete. A pesar de esto, el juego social todavía no se manifiesta de manera significativa, puesto que los niños de esta edad, todavía no han adquirido las habilidades evolutivas necesarias para participar en este tipo de interacción.
“A partir de los 3 años (aproximadamente) empieza a aparecer el juego social. Los niños y niñas empiezan a interesarse por sus iguales cada vez más y buscan más activamente la interacción con ellos.”
Gracias al desarrollo de ciertas habilidades como el lenguaje, la motricidad y el pensamiento, las criaturas a partir de los 3 años empiezan a tener más estrategias para relacionarse con otros niños y niñas.
A través del juego los niños no solo se divierten, sino que descubren su entorno, aprenden y ponen a prueba sus habilidades. El juego mejora el desarrollo psicomotor y estimula el desarrollo cognitivo de los más pequeños. Además, contribuye a su desarrollo lingüístico y favorece el desarrollo social-afectivo y moral.
El proceso por el cual las criaturas pasan de jugar solas a jugar con otros niños y niñas acostumbra a ser gradual y está influenciado por varios factores. Por lo tanto, hay niños que adquieren las habilidades necesarias muy pronto y otros que tardan algo más.
Evidentemente, los niños que han acudido a guarderías o escuelas infantiles desde pequeños han tenido que desarrollar antes estrategias de interacción entre iguales para adaptarse en este ambiente. Las criaturas que no han ido, todavía no han tenido ni la experiencia ni la necesidad de hacerlo.
Es importante que los niños jueguen con otros niños porque el juego social es fundamental para su desarrollo emocional, cognitivo y social. Aquí algunos de los principales beneficios:
- Desarrolla habilidades sociales: Jugar con otros niños les enseña a comunicarse, compartir, negociar y resolver conflictos. A través del juego, aprenden a comprender las emociones de los demás y a adaptarse a diferentes situaciones sociales.
- Fomenta la empatía y la cooperación: Cuando los niños interactúan entre ellos, aprenden a ponerse en el lugar del otro, a cooperar para conseguir objetivos comunes y a entender cómo sus acciones afectan a los demás.
- Facilita el desarrollo del lenguaje y la comunicación: El juego fomenta el desarrollo del lenguaje, puesto que tienen que hablar, escuchar y comprender a otros niños y niñas para coordinar actividades, explicar historias o establecer reglas de juegos. Esto mejora tanto sus habilidades de expresión como su comprensión.
- Aumenta la creatividad: El juego con otros niños a menudo es espontáneo y basado en la imaginación. A través de juegos simbólicos, los niños inventan situaciones, crean personajes y resuelven problemas creativamente. Esto estimula su capacidad para pensar fuera de lo convencional.
- Aprenden habilidades para resolver problemas: Jugar en grupo a veces genera desafíos, como desacuerdos o la necesidad de encontrar soluciones. Las criaturas aprenden a negociar, comprometerse y encontrar soluciones a problemas sociales, lo cual mejora sus habilidades cognitivas y emocionales.
- Promueve el desarrollo emocional: Jugar con otros niños y niñas los ayuda a regular sus emociones. Aprenden normas no escritas de comportamiento social, como la importancia de tomar turnos, respetar a los otros y seguir normas. En las interacciones grupales enfrentan situaciones de frustración, alegría, sorpresa o decepción, y aprenden a gestionarlas de manera saludable.
- Fomenta la actividad física: Muchos juegos en grupo son activos físicamente, como correr, saltar o participar en deportes. Jugar con otros niños y niñas les permite moverse, gastar energía y desarrollar habilidades motoras mientras se divierten.
Como decíamos antes, es habitual que algunos niños de 3 años prefieran jugar solos o con adultos, puesto que todavía están desarrollando sus habilidades sociales y emocionales. A pesar de esto, aquí encontraréis algunas estrategias para ayudar a vuestro hijo o hija a sentirse más cómodo jugando con otros niños y niñas:
- Modelad el juego social: Jugad con vuestro hijo o hija y, despacio, introducid a otros niños. Podéis invitar a un amigo o familiar próximo a unirse al juego. Esto le permitirá ver cómo es interactuar con otros mientras os tiene cerca.
- Cread oportunidades de juego en pequeños grupos: En lugar de exponerlo a grandes grupos de niños, organizad momentos de juego con solo uno o dos niños para que la experiencia sea menos intensa. Aseguraos de que las interacciones sean cortas y positivas.
- Introducid juegos cooperativos: Fomentad juegos en los cuales los niños tengan que colaborar, como juegos de construcción o actividades creativas como pintar juntos. Esto los enseña a trabajar en equipo sin sentirse presionados.
- Haced que observe a otras criaturas jugando: A veces, los niños necesitan observar antes de participar. Llevadlo al parque o a entornos donde pueda ver a otros niños y niñas interactuando. Esto lo puede ayudar a familiarizarse con la idea de jugar en grupo sin tener que involucrarse inmediatamente.
- Reforzad su independencia: Es posible que prefiera el juego en solitario para sentirse más cómodo. Dadle tiempo para jugar solo y después, gradualmente, introducid oportunidades de juego compartido.
- Desarrollad sus habilidades sociales: Ayudadle a entender cómo acercarse a otros niños. Podéis practicar frases como “Quieres jugar conmigo?” o “Puedo jugar con tu juguete?”. Practicar este tipo de interacción puede darle más confianza.
- Hablad sobre las emociones: Preguntadle cómo se siente cuando está con otros niños o niñas. A veces evitan socializar porque se sienten tímidos o inseguros. Reconocer sus sentimientos y hablar sobre ellos puede ayudarlos a sentirse comprendidos y aceptados.
- No lo forcéis: Cada niño y niña tiene su propio ritmo para desarrollar habilidades sociales. No lo obliguéis a interactuar si no se siente preparado. Es importante que respetéis sus propios límites mientras le apoyáis.
- Facilitad experiencias positivas: Aseguraos de que las interacciones con otros niños y niñas sean tan positivas como sea posible. Si la experiencia es divertida y sin estrés, es más probable que quiera repetirla.
Con tiempo y paciencia, vuestro hijo o hija desarrollará más autoconfianza para socializar y disfrutar jugando con otros niños. Si notáis que la dificultad persiste y afecta otras áreas de su vida, un profesional en desarrollo infantil puede ofrecer más orientación.
Recuerda que en TreaSureFamily App encontraréis muchas ideas de actividades para estimular el juego compartido y, en caso de necesitarlo, también tenéis la posibilidad de consultar con una de nuestras expertas en pequeña infancia.