La llegada a casa con un bebé prematuro

 

El nacimiento de un bebé es uno de los acontecimientos más significativos de la vida de una familia, que se espera con una gran ilusión y muchas expectativas. La gestación interrumpida por la prematuridad puede provocar que estas expectativas no se ajusten a  la realidad, haciendo que los progenitores se sientan invadidos por una avalancha de sentimientos, como pueden ser la incredulidad, la incertidumbre, el miedo, la frustración, la culpa, la angustia, o la tristeza, entre otros. Estas emociones pueden generar inicialmente un estado de estrés y de ruptura del equilibrio emocional.

Se considera que un bebé es prematuro cuando el nacimiento se produce antes de finalizar las 37 semanas de gestación, es decir, tres semanas o más antes de la fecha prevista de parto.

No todos los bebés nacidos prematuramente son iguales. Cuanto antes se produce el nacimiento, más grande puede ser la inmadurez. Por eso la prematuridad se clasifica, generalmente, según la edad gestacional en el momento del nacimiento.

Los bebés que nacen antes de tiempo pueden tener problemas de salud y de desarrollo, ya que sus órganos y sistemas no están completamente formados y pueden necesitar estar hospitalizados recibiendo atenciones especiales.

“Los progenitores, los familiares y los amigos son las personas que favorecen el desarrollo de forma positiva y los principales estimuladores del bebé.”

Cuando llega el alta hospitalaria y toca volver a casa las familias sienten un gran alivio, pero este momento también puede suponer mucha inseguridad y miedo, y provocar que surjan preguntas como si serán capaces de cuidar correctamente del bebé, que todavía puede necesitar ciertos cuidados y atenciones.

A la llegada a casa, es importante seguir las recomendaciones siguientes:

  • Evitad entornos estresantes: Los bebés prematuros pueden tener sistemas inmunitarios y nerviosos más delicados. Es importante ofrecer un entorno estimulante, pero sin un exceso de luz, ruido, colores, olores, juguetes ni personas.
  • Favoreced un ambiente cálido y de tranquilidad que ayude el descanso: Es frecuente que los bebés nacidos prematuramente presenten dificultad a la hora de coger el sueño, en parte a causa de las vivencias en el entorno hospitalario (pruebas constantes, movimiento y ruido en la unidad, etc.).
  • Haced partícipes a los hermanos y hermanas (si hay): Que los hermanos y hermanas participen en el proceso y en el cuidado del bebé tanto como sea posible puede facilitar que acepten mejor esta nueva situación. Informadles de cuándo llega, de cómo está y de qué cambios habrá en casa.
  • Tened en cuenta algunas medidas higiénicas: Lavaos frecuentemente las manos con agua y jabón, evitad los lugares de aglomeración de gente (centros comerciales, transportes públicos, fiestas familiares…) y evitad que se acerquen al bebé personas resfriadas.
  • Fomentad la estimulación e interacción:  La interacción amorosa y estimulante es fundamental. Aprovechad los ratos de interacción, para miraros y sentiros.

Habladle, cantadle, leedle cuentos y ofrecedle juguetes que estimulen el desarrollo sensorial, siempre respetando el ritmo del bebé.

Esto ayudará a fortalecer el vínculo afectivo y promover el desarrollo cognitivo y motor.

Otros consejos importantes a tener en cuenta:

  • Conoced el desarrollo de vuestra criatura: Los bebés prematuros a menudo siguen una cronología de desarrollo diferente. Tened en cuenta la edad corregida (la edad del niño o niña desde la fecha prevista del parto, no desde su fecha real de nacimiento) cuando evaluéis el desarrollo de vuestro hijo o hija.
  • Controles médicos: Los bebés prematuros siguen, además de los controles pediátricos habituales como cualquier otro bebé, una serie de controles que dependerán de su estado de salud al alta, de su edad gestacional y del peso al nacer. Confiad en el equipo médico y mantened comunicación regular con pediatras, neonatólogos y otros especialistas para resolver dudas y seguir los avances de vuestro hijo o hija.
  • Sed pacientes y flexibles: Cada criatura tiene su propio ritmo de desarrollo. No comparéis vuestro bebé con otros niños o niñas de la misma edad. Los bebés prematuros pueden necesitar algo más de tiempo para lograr algunos hitos evolutivos como gatear, andar o hablar.
  • Cuidad vuestra salud mental: Ser padre o madre de un bebé nacido prematuramente puede ser estresante. Buscad apoyo emocional, ya sea en grupos de apoyo para familias de niños prematuros, terapia o simplemente hablar con familiares y amigos. Vuestra salud emocional es clave para el bienestar de vuestro hijo o hija.
  • Terapias de apoyo: A veces, los bebés prematuros pueden necesitar terapias especiales como la fisioterapia, la logopedia o la terapia ocupacional. Estas terapias ayudan a estimular su desarrollo global.

El vínculo del bebé con la figura protectora y su familia continúa representando su apoyo más importante. 

Recordad que en TreaSureFamily App encontraréis muchas ideas de actividades para afianzar vuestro vínculo y estimular el desarrollo de vuestro hijo o hija, teniendo en cuenta su edad corregida en caso de ser prematuros. Además, en caso de que lo necesitéis, también tenéis la posibilidad de consultar con uno de nuestros expertos en pequeña infancia.