Primeros auxilios: Cómo detectar si la salud mental está en peligro
Este artículo está hecho con el objetivo de ayudaros a reconocer las principales señales de alerta que son indicadoras de que vuestra salud mental puede estar en riesgo, y daros estrategias que os pueden ser útiles antes de que los problemas o el malestar que estáis sufriendo se agravie.
Cómo detectar si la salud mental está en peligro
Es fundamental que estéis atentos a las señales que indiquen que vuestra salud mental podría estar en riesgo. A menudo, las responsabilidades diarias de la crianza pueden hacer pasar por alto estos indicadores.
Os detallamos las principales señales:
1. Cambios en el estado de ánimo
- Irritabilidad constante o explosiones emocionales: Si sentís que estáis más irritables o enfadados de lo que es habitual, incluso ante situaciones que antes no os hubieran importado tanto.
- Sentimientos de tristeza o desesperanza que se alargan en el tiempo: Un estado de ánimo bajo que no mejora con el tiempo puede ser una señal de depresión.
- Sentimientos de culpa o insuficiencia: Pensar constantemente que no sois un buen padre o madre, o que no estáis a la altura de vuestras responsabilidades.
2. Carencia de energía y agotamiento extremo
- Fatiga persistente: Más allá del cansancio normal de la crianza, si os sentís agotados físicamente y mentalmente de forma constante, a pesar de que dormir bastante.
- Dificultad para hacer tareas diarias: Si actividades sencillas que antes podíais hacer con facilidad ahora os resultan abrumadoras o agotadoras.
3. Problemas de sueño
- Insomnio: Dificultad para conciliar el sueño o despertaros constantemente durante la noche, incluso cuando los hijos duermen bien.
- Sueño excesivo: Dormir más del normal sin explicación clara.
- Sueño no reparador: A pesar de dormir bastante, os sentís cansados o exhaustos.
4. Ansiedad elevada
- Preocupación constante: Pensamientos persistentes y catastróficos, principalmente, sobre vuestra capacidad como padre o madre, sobre el bienestar de vuestros hijos o sobre el futuro.
- Dificultad para relajaros: Estar siempre en estado de alerta o incapaces de desconectar mentalmente, incluso en momentos de descanso.
5. Desconexión emocional
- Sentiros distantes de vuestra pareja o de los hijos: Experimentar dificultad para conectar emocionalmente con vuestros familiares próximos, o sentir que no disfrutáis de su compañía como antes. No tener ganas de compartir tiempo con ellos.
- Aislamiento social: Evitar el contacto con amigos o familiares, o perder el interés por actividades sociales que antes os hacían felices.
6. Cambios en el hambre o peso
- Comer en exceso o pérdida de hambre: Cambios drásticos en los hábitos alimentarios pueden ser una señal de que el estrés o la ansiedad están afectando vuestra salud mental.
- Fluctuaciones de peso inexplicables: Aumento o pérdida de peso significativo sin cambios en la dieta o ejercicio, a menudo como respuesta al estrés.
7. Otras señales somáticas
- El cuerpo nos habla: Migrañas, dolor de estómago, acidez, dolor corporal o articular… molestias físicas sin causa orgánica (o poco clara) pueden ser una señal de que el sufrimiento mental se está traduciendo en un malestar físico.
8. Carencia de concentración y olvidos frecuentes
- Dificultad para concentrarse: No poder enfocaros en tareas sencillas o sentir que olvidáis cosas importantes con frecuencia.
- Problemas para tomar decisiones: Sentiros abrumados para tomar decisiones cotidianas, incluso las más simples.
9. Pensamientos autodestructivos
- Pensamientos negativos constantes: Pensar que no sois suficiente, que las cosas no mejorarán nunca o que vuestros hijos estarían mejor sin vosotros.
- Fantasías de escapada: Considerar dejarlo todo atrás o desear alejaros de la responsabilidad de ser padre o madre.
- Pensamientos de autolesión o suicidio: Esta es una señal crítica que requiere ayuda inmediata. Es fundamental buscar apoyo profesional si experimentáis estos pensamientos, o si detectáis que una persona de vuestro entorno los está sufriendo.
Qué hacer si detectáis señales de alerta
Si reconocéis alguna de estas señales es importante no ignorarlas. Aquí tenéis algunos pasos para actuar:
1. Hablad con alguien de confianza:
Expresar vuestros sentimientos a vuestra pareja, un amigo o un familiar puede ayudaros a procesar lo que estáis viviendo y os permitirá recibir apoyo emocional.
2. Consultad un profesional:
Un psicólogo especializado puede ofreceros herramientas para gestionar la ansiedad, el estrés o la depresión. No dudáis a buscar ayuda profesional si os sentís sobrepasados.
3. No os exijáis demasiado:
Aceptad que la perfección no existe, y que es humano no llegar a todo o equivocarse. Delegar tareas y reducir expectativas puede liberar una gran carga.
4. Cuidad vuestro bienestar físico:
Comer bien, hacer ejercicio y dormir bastante no solo mejoran vuestra salud física, sino que también influyen positivamente en vuestro estado mental.